28 julio 2006

Bayreuth


Como todos los años por estas fechas, estos días está teniendo lugar el festival de Bayreuth. Con obvia hipérbole (aunque para los iniciados no desmesurada) se dice que allí puede llegarse en coche o en tren, pero que lo suyo es llegar de rodillas


Este año, el Anillo lo dirige el joven y prometedor Christian Thielemann. Algunos lo consideran llamado tomar el testigo de los grandes (Kna, Fürtwangler, Krauss, Kempe, Walter, etc.). Este año he tenido ocasión de oírle en Ibermúsica con la Filarmónica de Munich (pedazo de orquesta) tocando la Escocesa de Mendelssohn y la Grande de Schubert. Estuvo bastante potente, pero a años luz de cualquiera de los anteriores.


Los españoles tenemos la suerte (todavía) de poder seguir todo el festival en directo por Radio Clásica. Anteayer pude oír el final de El Oro del Rhin, y fue apoteósico. Ayer, entre llamadas de teléfono y reuniones, mal-oí la Valkiria, que no me gustó tanto. Sin embargo, en el intermedio pusieron una grabación del Idilio de Sigfrido tocada nada menos que por el propio Sigfrido, esto es, por Siegfried Wagner (el Sigfrido del idilio no es el welsungo del Anillo, sino el propio Siegfried). No era precisamente hijo y nieto de Camborios sino nada menos que hijo de Richard y Cósima Wagner y nieto de Franz Listz. La grabación tuvo lugar en Londres en 1927. No es que fuese excepcional, pero sí resulto emocionante oírla.


El que pueda, que no se pierda el sábado Sigfrido y el lunes el Ocaso de los Dioses (aunque sólo sea para oír la muerte de Sigfrido). Ambas a comienzan a las 16.00 h.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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