Como os decía, el jueves almorcé con Mercedes Aroz en la UFV. Había venido a conocernos, gracias a un amigo común, intrigada por el trabajo que se está haciendo en la Universidad para repensar todas las asignaturas a la luz del Evangelio, y por la existencia del Instituto Universitario John Henry Newman sobre fe y razón. Le contamos nuestros propósitos y algunas de las últimas actividades del Instituto: el educadísimo encuentro entre un rabino y un sacerdote católico con ocasión del “diálogo” entre B XVI y Jacob Neusner sobre Jesús (cfr. las referencias del primero a A Rabbi talks with Jesus en su Jesús de Nazaret); el vivísimo debate entre el imán de la mezquita de la M-30 y ese mismo sacerdote acerca del discurso del Papa en Ratisbona, o los seminarios acerca de la credibilidad de Jesucristo, y de su pretensión de ser Dios para nosotros.
Mercedes casi no comió y habló poco. Se limitaba a escuchar con un interés extraordinario, maravillada ante el apostolado de la inteligencia y ante una realidad universitaria que desconocía totalmente, ella que es doctora y profesora de economía en la Central de Barcelona. Nosotros estábamos deseando que nos contara su conversión, y el proceso de formación de su valiente decisión de abandonar el grupo socialista del Senado por la incompatibilidad de su política con la fe que había abrazado. No habló mucho, como ya digo. Eludió la crítica a su partido y el reproche a sus compañeros de grupo parlamentario, que le han retirado el saludo. No habló de política. Nos contó cómo hace cuatro años empezó a hacerse preguntas al leer el diálogo entre Ratzinger y Habermas y al comprobar poco después cómo (San) JP II era capaz de reunir a más de dos millones de jóvenes en Italia cuando ningún político, o cantante era capaz de congregar más de unos pocos miles. Y tuvo la osadía de no despreciar lo que ignoraba y de no creerse en posesión de la verdad. Su búsqueda fue honesta y con mentalidad abierta. El Espíritu Santo hizo el resto.
La invitamos a implicarse en nuestras actividades, a dar alguna conferencia. Rechazó la invitación, casi con pudor. No era el momento. Nos dijo que no pensaba volver a la política ni a la universidad, que quería dedicar todo su tiempo al Señor, para ver qué quería de ella a su edad y cómo podía servirle mejor. Para eso iba a pasar las navidades en Tierra Santa, se había matriculado en Teología, se proponía hacer unos ejercicios espirituales largos, y dedicar varios meses a oír la voz y a discernir la voluntad de Aquél por quien pensaba vivir el resto de su vida.
Para los que allí estuvimos, su breve testimonio, el brillo de sus ojos y el temblor en su voz cuando hablaba de lo que había acontecido en su vida, fue una gracia impresionante, la mejor experiencia de este Adviento. Dios es tan grande que puede hacerse pequeño y puede transformar a una veterana socialista proveniente del marxismo más montaraz en una joven enamorada. Ojalá me convierta también a mí, me sacuda de mis rutinas y fariseísmos y me permita vivir esta Navidad con la novedad con que la va a vivir Mercedes. Como si por primera vez me fuese dado descubrir que Dios, el creador del mundo, de los tronos, potestades y dominaciones ha nacido del vientre de María, su Madre –disfrazado de nada, como suele– porque no cabe en sí de amor, para que le coja en mis brazos como a uno más de mis hijos, y le quiera, y juegue con él, y forme parte de mi vida, y jamás me separe de su compañía ni de su amor.
16 diciembre 2007
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5 comentarios:
El cura de la misa a la que yo he acudido hoy ha venido a decir algo de eso que tú apuntas en el último párrafo, y de que vivamos así la Navidad y el Adviento, puesto que éste es una espera, por así decirlo, sobre seguro. Un abrazo.
Me ha sorprendido el testimonio de Mercedes Aroz que creía más "mundano". El llegar a la fe a través del famoso diañogo Ratzinger - Habermas es una confirmación de lo señalado por Fidei et ratio. ¡Qué gran servicio, por fin, el de la escuela de Frankfurt!.
Un abrazo
Luis
Bonita entrada, que nos deja margen a la Esperanza, en el día de la Virgen de tan precioso nombre
Un abrazo
Feliz Navidad a todos¡
Y un año 2008 lleno de bendiciones.
Saki
Qué suerte haber podido conocer a Mercedes Aroz. Dios sigue actuando; como dice el Papa: "...no es una lejana causa primera del mundo, porque su Hijo Unigénito se ha hecho Hombre y cada uno puede decir de El: Vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí (Gal. 2,20)" ("Spe Salvi", n. 26).
Muy feliz Navidad a todos.
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