Estoy terminando La manía. Tiempo habrá para una entrada más detallada al respecto. Baste ahora decir que me está gustando menos que La cosa en sí. Tiene partes magistrales, pero los leitmotiven de ese año son más tediosos, las pendencias ocupan demasiado, y cuenta con un par de despropósitos importantes. Sin embargo, A.T. sigue siendo, de largo, el mejor narrador de nuestros días, y en varias ocasiones pone el nudo en la garganta. Es capaz de sacar lirismo de la escena más cotidiana. Por ejemplo, este homenaje a la asistenta de su casa:
Le dije a A., nuestra vieja asistenta, que despertara a G. Oí que abría la puerta de su habitación y le decía con una ternura indescriptible, casi secreta, sin atreverse a sacarle de los sueños:
–G., ya ha pasado las cabras, las borriquiyas y todo.
Se veía que era una frase, la misma, con la que la despertaban a ella en su pueblo de Córdoba para significar que el sol ya estaba muy alto y que nadie decente podía estar todavía en la cama. Una frase que sin duda la habrá regalado a sus propios hijos, una frase en la que se oyen las cabras, las borriquillas y las primeras moscas del caluroso día. Sirvió de niña a los señores, en la casa que ellos tenían junto a la mina de su propiedad. Dos o tres años después, siendo una muchacha, se la trajeron con ellos a servir a Madrid. Y ha estado en la familia, al principio unas veces con unos, luego con otros, otras con unos y con otros, ya como asistenta, cincuenta años. M. dice siempre: no puedes figurarte lo guapa que era. Y claro que puede uno imaginárselo: por cómo ha despertado hoy a G.
11 mayo 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Anda, cuéntanos el par de despropósitos. Yo he disfrutado con La Manía, tanto que me preguntama mi M. si pensaba leerlos todos. Bueno, sí, me ha gustado, pero la vida es demasiado corta como para leerse más de 8.000 páginas de A.T. y dejar de leer otras tantas de otra gente, que seguro son también amenos y enjundiosos. Ejemplo, la Ginzburg, que también descubrí aquí.
Gracias y un abrazo.
Publicar un comentario