26 septiembre 2008

¡Viva la independencia judicial!

Definitivamente este hombre va de mal en peor. Ni ZP, ni la Trujillo ni la de ahora, que no me acuerdo de cómo se llama, han hecho alguna vez una declaración tan nociva y desafortunada. Alfonso Guerra dirá que ya decía él que Montesquieu había muerto.

Mariano, háztelo mirar.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que me sorprende es que te sorprendas. Pero ¡si son las reglas del juego que ellos mismos se han dado! Además, el Consejo General del Poder Judicial NO ES PODER JUDICIAL, es el órgano de gobierno de los Jueces, lo que es muy distinto. Sus miembros no imparten Justicia, no son ninguna "cúpula" ni nada por el estilo; incoan expedientes disciplinarios, elaboran la relación de necesidades de la plantilla judicial, imponen sanciones, etc. En definitiva, hay que minimizar un poco su importancia, que no es tan desmesurada como los medios pretenden hacernos ver. Cierto es que el Presidente ostenta la bicefalia de serlo también del Supremo, pero el resto de los vocales no están sentados en un Juzgado ni ponen sentencias, algunos ni siquiera pertenecen a la Carrera Judicial.

Capítulo aparte merece la designación de los Magistrados del TC, que a mí personalmente sí me escandaliza, pues aunque éste no es stricto sensu, un órgano jurisdiccional, de alguna manera sí es garante de la interpretación auténtica de la Constitución. Teniendo en cuenta la importancia de los asuntos que penden ante el TC, es bochornoso que se mantenga todavía a estas alturas de la democracia (partitocracia sería mejor), la forma de nombramiento por "cuotas" de sus miembros. A mí me parece una lacra para todo el sistema.

Siento la extensión, pero el tema es tela. Ahora, las declaraciones de Rajoy me dejan absolutamente indiferente. Y le pienso votar de todos modos, además ("En el país de los ciegos, etc. etc.").

Anónimo dijo...

Nos encontramos tal vez con el Gobierno más insensato de nuestra democracia. Es, por consiguiente, absolutamente prioritario deshacernos de él con todos los medios legítimos a nuestro alcance.
Quienes comparten esto que digo, se encuentran, sin embargo, sumidos en un debate que casi les causa más desazón que los actos que perpetra nuestro Gobierno: la escasa o nula eficacia del partido de la oposición. Rajoy, al parecer no da la talla, no tiene pegada y carece de liderazgo. Rajoy, después del congreso de Valencia, ha configurado el partido de tal forma que nos encontraríamos ante “otro” PP. Y este nuevo PP se habría desentendido por completo de los principios reduciendo toda su acción política a la gestión económica más o menos eficiente. Cualquiera que tenga cierto sentido común, no puede menos que sentirse enormemente frustrado ante la alternativa que se pretende presentar al actual Gobierno.
¿Cómo ha sido posible semejante dejación de funciones por parte del PP, al que tantos votaron ilusionados las pasadas elecciones para ver como ahora quiere entenderse con los progres y mimetizarse con el ambiente? Mi modesta respuesta —aunque por llevar la contraria a tantos estoy por considerarla bien poco modesta— es que el descomunal embrollo en el que se encuentra metida la oposición, civil y política, al actual Gobierno tiene un responsable claro que no es Rajoy ni el PP.

Anónimo dijo...

Nada más conocerse el resultado electoral, exactamente el mismo día, se empieza a poner en marcha una web que postula a Esperanza Aguirre como candidata del PP a las próximas elecciones generales. Quien pone en marcha esa web está vinculado laboralmente con Libertad Digital. Justo a la mañana siguiente, el Mundo titula que el “adiós” que empleó Rajoy antes de irse a su casa era una despedida política. También en la Mañana de la COPE se hace alusión al asunto, pero llama la atención que Losantos advierte en tono humorístico la peligrosidad de ciertas metáforas (“esto se cae”). No deja de hacerlo durante las tres primeras horas del programa (las que yo oí). El día siguiente, martes, en una tertulia de La mañana, Pedro J. primero, Losantos después, y a continuación todos los contertulios menos el director de la Razón, concluyen con seguridad que lo mejor es que Rajoy se quite de en medio. Es una persona muy honrada, todo el mundo le quiere, etc. pero lo mejor que puede hacer es largarse. Es martes. La cita electoral ha tenido lugar 48 horas antes. Rajoy no había tenido tiempo todavía para traicionar ninguna esencia del PP, pero estaba ya meridianamente claro para Pedro J. y para Losantos que no debía seguir. Cosa curiosa en este último, porque se permitirá en su blog al día siguiente sostener que él no ha pedido la dimisión de Rajoy (todavía estaban muy frescos sus comentarios en ese blog relativos a que Rajoy, después de los debates con Z, era más líder del PP y más lider de España, con independencia de que ganara o perdiera). Simultáneamente —Losantos es un genio— aparece en el Mundo una columna suya en la que advierte lo muy hipócrita que sería un congreso del PP en el que Rajoy se presentara como candidato. Apela en este artículo a la virtud, pero nótese que ya tiene clarísima la inconveniencia de que Rajoy no continúe, a pesar de que toda la cúpula del PP le ha respaldado. Es importante insistir en que a Rajoy no le ha dado tiempo de cambiar nada, pero tanto Pedro J. como Losantos están perfectamente convencidos de que con Rajoy el PP se encamina a su destrucción. El Mundo titula que el aparato del partido apoya a Rajoy “para que todo siga igual”. Estos son hechos perfectamente verificables con independencia de la línea editorial de cualquier medio. Los oyentes de la COPE que yo conozco al principio estaban algo desconcertados, puesto que se encontraban con las críticas del principal líder de opinión de la derecha, con el que simpatizan, y mucho, hacia el político al que no hace una semana antes habían prestado su adhesión. Con todo, poco a poco, irán entendiendo. ¿Acaso desde una emisora que cuenta con el aval de los obispos se puede decir lo que dice Losantos sin tener un fundamento y razones serias para ello? Sí, ya se sabe que la emisora no presenta la opinión de los obispos ni de la Iglesia católica, pero en fin...

Anónimo dijo...

Pedro J. y Losantos —especialmente este último, puesto que goza de un prestigio en la derecha que no tiene en absoluto el primero— son los cronistas oficiales de la decadencia del PP y de la traición de Rajoy. Yo me pregunto, ¿tienen credibilidad estos excelentes periodistas para evaluar a Rajoy y al PP actual? ¿Cómo van a ayudar a Rajoy a ganar si con ello se juegan su prestigio como analistas políticos después de todo lo que han dicho y hecho? Ambos se la juegan si Rajoy gana. Y conviene tomar nota de la doctrina Losantos respecto al papel de las victorias electorales de la derecha: el PP no hace oposición; la oposición la hacen unos pocos medios independientes (La Cope, El Mundo y libertad Digital). Y cuando el PP gana, es por la labor de esos medios. Cuando pierde, por supuesto, es por la ineptitud del PP, los medios independientes siempre y en todo momento están muy a la altura de las circunstancias. Entiendo que los obispos están sujetos a muchas presiones; y entiendo que no pueden quitar de en medio a un director de programa cuando critica a Rajoy después de haberle dejado cuatro años criticar a Zapatero pero ¿cómo es posible que la crisis de la oposición a Z se haya desencadenado fundamentalmente a través de su emisora? Feijoo tendrá todos los defectos que ustedes quieran, pero es mil veces preferible al PSG-BNG. Pues bien, los pocos votos que le faltan para la mayoría absoluta se encuentran hoy en la abstención desencantada del PP.

Dal dijo...

Gracias Verónica, gracias Doctor sutil. Yo la única radio que oigo es Radio Clásica y, aunque leo El Mundo, no soporto los plúmbeos editoriales de Pedro J.

Respecto a la entrada, creo que esta intervención de Rajoy no puede ser más desafortunada. Y creo también que no es de recibo que el personaje defenestre al anterior equipo y diga de este que es verdaderamente "el suyo" (res ipsa loquitur). Creo además que es un blando y que le faltan condiciones elementales para ser un político de raza.

Ejemplo: en la campaña de las anteriores elecciones generales (2004): cuestionario común a ZP y a R. Pregunta: ¿cuál es su periódico favorito?. "El País", respondió (entonces) ZP. "El Marca", dijo Rajoy. Así nos va.

Ahora quiere un PP que sea el PSOE bis (modelno modelno, con bodas gay mientras no se las llame matrimonio, divorcio express se llamen como se llamen y abortos por doquier mientras no se cambie la ley). Pues conmigo que no cuente.

Anónimo dijo...

Su reproche hacia Pedro J. y su silencio sobre Losantos es bastante elocuente respecto a lo que usted piensa, estimado Dal. Losantos tiene el mérito indiscutible de haber dotado a la derecha española de un discurso, pero está tan lejos como usted y como yo de ser un santo, con la diferencia de que él, mediante la COPE, Libertad Digital y el Mundo, puede hacer mucho bien... y mucho mal. El problema acuciante es que, insisto, hay que desalojar cuanto antes al actual inquilino de la Moncloa.
El PP actual no es más acomplejado que el anterior en absoluto. Ocurre que Losantos no dejará de subrayar sus complejos y errores silenciando cualquier cosa atinada que pueda hacer. Pero descendamos a las cuestiones:

El PP se muestra tibio en las cuestiones políticas y sociales que preocupan a un importante número de sus votantes: aborto, familia, educación, regeneración democrática,… Bien, tal cosa no es exclusiva del “nuevo PP”. En absoluto. Ya Aznar, con todos sus méritos, etc. etc. hizo exactamente lo mismo que Rajoy e incluso peor. ¿Aborto? En las sucesivas ocasiones que fue llevado este asunto al parlamento cuando gobernaba Aznar, la respuesta siempre fue invariablemente la misma: no había demanda social. ¿Educación? Sólo al declinar de la legislatura Aznar trató de remediar (y aceptablemente bien) la situación con la ley que Z se encargaría de tumbar una vez en el poder. ¿Regeneración democrática? Aznar nada hizo respecto al nombramiento de los jueces que no fuera pactarlos con un PSOE en estado agónico y teniendo él mayoría absoluta. ¿Familia? Durante la legislatura de Aznar no cayó ni una ayuda a la familia, se aprobó la píldora abortiva, se ofició el “matrimonio” de Cascos con su segunda e incluso surgió un bienintencionado partido político llamado Familia y Vida. Por otro lado, ¿pacto Aznar con los nacionalistas? Sí, claro, no le quedaba otro remedio. Por supuesto, pero cuando sí le quedaba otro remedio también pacto con el PNV –después de lo de Lizarra— y con CiU el apoyo sus presupuestos después de pasar por caja.

Anónimo dijo...

Aznar, con sus virtudes y defectos, fue capaz de mantener el partido unido, hacer una oposición eficaz y conservar el liderazgo. Bueno, Aznar ganó las elecciones y eso no vea usted lo que cohesiona a un partido y hjasta qué punto otorga liderazgo y carisma. Por lo demás, Aznar dejó hacer a Fraga en Galicia todo nlo que le dió la real gana; y quitó de enmedio a Vidal-Quadras a la primera de cambio. Aznar no hizo una oposición mejor que Rajoy aunque ganara las elecciones. Basta considerar a) Preguntado Aznar antes de acceder al poder si tocaría la ley del aborto respondió claro y meridano: no tocaría ni una coma de ella b) Aznar hizo una oposición a un PSOE bastante desgastado después de más de una década en el poder. Y en esa oposición contó con la inestimable ayuda del PNV (sobre todo a cuenta de el GAL) e IU (Anguita prestó unos servicios impagables para desmitificar el izquierdismo de Glez. & cia). Y Aznar era un líder político bien gris antes de entrar en la Moncloa (así lo decía Antonio Herrero). ¿Qué oposición ha hecho el “maricomplejines” de Rajoy? Se ha enfrentado él sólo a todo el arco parlamentario. Es el primer político que le hizo explícita y públicamente boicot a PRISA (hasta que falleció Polanco). Es también el primero que en plena campaña electoral planta cara a los folclóricos del régimen (autodenominados “artistas”). Sin duda, Rajoy ha tenido bastantes fallos pero en absoluto es comparable su situación a las de Aznar: el partido en estado de shock después del 11-M, muchísimos más medios de comunicación en contra, toda la TV… No se trata ni de despreciar a Aznar ni de magnificar a Rajoy, pero conviene que tengamos en cuenta los contextos para poder evaluar las acciones de uno y otro.

Dal dijo...

Bien argumentado, Duns, sí señor. Me gustaría compartir tu criterio, pero no puedo.

Hay una diferencia abismal para la política entre Aznar y Rajoy. Aznar es killer (como ZP y como Felipe), Rajoy es un blando. Además, Aznar se sabía dónde iba. Rajoy es la yenka.