La situación política en Banania era insostenible. La recesión económica se adivinaba imparable, el descontento de la población crecía día a día y la debilidad gubernamental alzcanzaba límites hasta entonces desconocidos.
El Presidente había convocado un Consejo de Ministros de urgencia para adoptar medidas correctoras de la situación. Ni el pesimismo de sus ministros ni la pérdida del apoyo de sus grupos mediáticos hacían flaquear su optimismo antropológico. Cuando desde el salón de palacio comenzaron a oírse el ruido de los tanques y los disparos por la avenida 14 de abril, el Ministro de Defensa exclamó presa del pánico:
– ¡Un golpe de Estado! ¡Huyamos mientras aún estemos a tiempo!
Lejos de perder la calma, el Presidente esbozó la mejor de sus sonrisas y, con la voz persuasiva y aterciopelada que tanto gustaba en sus años de profesor ayudante, dijo a los miembros de su gabinete:
– No os preocupéis, que este golpe de Estado es nulo de pleno derecho.
16 octubre 2007
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8 comentarios:
¡Pobres bananeros!
Brillante ironía.
Un saludo desde UK
Sí, es un gran texto irónico. ¡Brillante!
Como aquel militar argentino que tenía el flanco oeste cubierto por un nido de ametralladoras, el sur por una tanqueta y el este por un destacamento de infantería de marina. ¿Y el norte? Por el norte no había que preocuparse: la calle era dirección prohibida.
Sorna de la buena. Lo de la nulidad de pleno derecho, me recuerda a "El hombre que mató a Liberty Valance", cuando el personaje que interpreta James Stewart coloca ingenuamente su placa de "Licenciado en Leyes" al llegar a ese pueblo perdido de la frontera, y con una ironía de vuelta de todo, John Wayne le dice algo así como "¿De qué le va a servir eso aquí?". (No es literal, desde luego, y hace años que no la veo; de modo que puede que no fuera así en realidad, pero ése es el recuerdo que me dejó, entre otros muchos, la obra maestra de Ford).
Y lo peor es que le olverán a votar, después del golpe de Estado. Pero, por desgracia, nuestra querida Banania está cada día más abananada.
Zoiz unoz pezimiztaz. No hay nada que no ze pueda hazer o dezir con una zonrriza... incluzo dezmantelar un golpe de Eztado.
Ya en serio, me ha gustado mucho esta entrada. Al principio sonreí, pero la verdad es que luego, si lo piensa uno bien, no tiene ni "pisca" de gracia (Z no, gracias).
De todos modos, quisiera tener un presidente tan legalista como ese.
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