29 noviembre 2007

Ginemedex

LECCIONES DE HISTORIA
(La larga marcha hacia ninguna parte)

(…)

V.

La segunda mitad del siglo XX
proclamó la bandera de la paz y de la vida
la vida de Mick Jagger,
la vida de Alí Agca, la de Charles
Manson, la de Bokassa,
la de José Rodríguez, son sagradas;
la vida de las focas y la de las sequoias
y hasta la vida de los vietnamitas
son sagradas, etcétera…

Muy bien, señores, pero
mientras el Universo se llenaba
de palomitas rosas, mientras todos ustedes
hacían el amor y no la guerra,
en cada útero un Auschwitz, un Dachau, un Stalin,
un Führer, un Vietnam, un Paracuellos,
un negro y fiero bombardeo.
Todo legal, no sufra, todo a cargo
de la Seguridad Social, naturalmente.

Cinco, veinte, sesenta millones, ochocientos
millones de personas –Dios lleva cuenta exacta–
asfixiadas, quemadas, trituradas
(con absoluta higiene y música ambiental
para que nadie diga).
Yo he escuchado sus llantos diminutos,
he visto sus milímetros de espanto,
sus deditos de leche desvalida
moviéndose en el cubo funerario.

Yo levanto estos versos como un volcán de rabia
y grito a las estrellas
que el mayor genocidio de este planeta fue
la segunda mitad del siglo XX

Miguel d’Ors, Es cielo y es azul, 1984

4 comentarios:

Dal dijo...

Alfredo, si buscas tu entrada, no es que yo no la haya publicado, es que la has hecho a un post distinto, el que se titula "Orden del mundo".

En cualquier caso, gracias y bienvenido.

DAL

AFD dijo...

Perdón, Dal. Y gracias. Yo pensé que no querías publicar que a D'Ors le sobró una sílaba...

Error trágico del mal pensado...

Pero quizá me justifica un poco el post más o menos reciente de Enrique, sobre la censura que sufrió su comentario anti-ecologista en Poesía Digital.

Un abrazo,

Alfredo

P.D. Por cierto, gracias a tu post de Florenski, he pedido unos libros suyos, en inglés. Los recibo el 6 de diciembre.

E. G-Máiquez dijo...

Asombroso oído el de afd. Dando por sentado que el de d'Ors tampoco es manco, a mí se me ocurrían dos soluciones, aunque creo que la acertada es la siguiente: un endecasílabo más un pentasílabo. O sea: "proclamó la bandera de la paz" [un leve pausa rítmica y se añade] "y de la vida". Se parodia al orador que coge aire y sigue con su discurso de tópicos. El poema luego enlaza a la perfección con la desternillante y desoladora enumeración que sigue. Me parece, vamos.

AFD dijo...

Genial "scansion" Enrique, con esa pausa paródica entre el endecasílabo y el pentasílabo, me siento en la primera fila del discurso de un moderno político sofista...
Pero no sé... ¿Le han visto antes a D'Ors unir un endecasílabo agudo con un pentasílabo? Quizá sí. No llegan mucho a México sus libros, así es que sólo lo he leído en antologías de poesía española... En todo caso, no seré el mejor juez. Cualquier verso más largo de once sílabas me deja intranquilo (más cuando son míos que cuando son de otros, como los LUis Alberto de Cuenca, por ejemplo, que sus alejandrinos me los fumo casi sin notar su precariedad); excepto en el caso de los versos largos, pacíficos, constantes, casi hogareños de la Odisea de Cátedra.


En fin, un gran poema éste de D'Ors, pero hay otro verso que me brinca, quizás me puedas ayudar con éste también, Enrique...

"en cada útero un Auschwitz, un Dachau, un Stalin,"



Yeats, por ejemplo, suele intercalar con sus versos silábico-acentuales, versos puramente acentuales, y los rima unos con otros, y uno no lo nota... Pero en español, no sé, hasta que nos atrevamos a revivir el verso del Cid...