16 julio 2006

Quidditas

Dice el gran Arp, con base en un post de Enrique García-Máiquez en el que cita a Rocío Arana, que no sabe exactamente qué tiene que ver el arcear del arce con la quidditas. La verdad es que los comentaristas a esa entrada, entre los que me incluyo, estuvimos metafísicos (y eso que al menos yo sí como).


Hasta donde llega mi amateurismo filosófico, la quidditas equivale a la esencia de las cosas, lo que las hace ser lo que son. Al arce le hace ser arce la "arceidad", que es su esencia, como a la mesa la "meseidad". ¿Qué es lo que hace a una mesa ser mesa? ¿qué la diferencia de una silla? No desde luego el color, ni el número de patas, ni el material de que está hecha. ¿Y al arce ser arce? Ni el pelo, ni las patas ni los cuernos. Todo eso son accidentes, y lo que les hace ser lo que son es la esencia. Lo que pasa es que nosotros somos capaces de conocer las esencias, no porque tengamos ideas puras platónicas, sino porque tenemos entendimiento agente y podemos abstraerlas de la materia sensible. La materia individualiza, la forma caracteriza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bastante pedante, pero ilustrativo en cualquier caso.