Un artículo interesante de mi amigo Antonio Arcones, presidente de la Fundación Burke. Por cierto, qué gran razón tenía el bueno de D. Edmund:
"Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada".
A ver si un año de estos le hinco el diente a sus Reflexiones sobre la Revolución Francesa.
26 enero 2007
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