El jueves pasado en la UFV (el acto ya lo han glosado otros), el gran d’Ors nos recitó dos bellísimas primicias: Tantísimas tontísimas preguntas y Beliña. El lunes, Enrique –otrora pudoroso con sus versos inéditos– nos regalaba su Blanco y negro donde, como Borges, juega una partida de ajedrez de negras noches y de blancos días, con sesgo alfil de por medio (sólo falta que nos lo recite proximamente).
Y, por si lo anterior fuera poco, llega Julio Martínez Mesanza y honra esta casa con una inédita modificación de su eterna La eterna caballería. Como sé que algunos no leéis los comentarios, la transcribo ahora, agradecido:
Al orgullo del frío indiferentes
e indiferentes al pensar juicioso
de los que no combaten, sólo saben
cargar de frente, y ésa es su victoria.
En Courtrai morirán. Crécy fangosa
será su tumba. Morirán hermosos
e inútiles, heridos desde lejos,
“Munjoie” gritando, de ebriedad confusos;
sin haber dicho el no, “Munjoie” gritando;
“Munjoie”, “Munjoie”, sin conocer el nunca.
Señala Julio que:
Gracias, poetas.
2 comentarios:
A propósito de lo que comentaba Juan Manuel el otro día, a mí siempre me ha costado mucho dar por terminados mis poemas y decidir la versión canónica. De una edición a otra, hay modificaciones en algunos de ellos. Y más habría si los nuevos poemas no me hicieran olvidar un poco los antiguos, proponiéndome a su vez nuevas dudas. Gracias, Dal.
Yo quitaría los últimos tres versos sin dudarlo (así se quedaría con un final memorable). Titularía el poema Munjoie.
Un gran poema, sin dudarlo también.
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