18 julio 2006

Agustín de Foxá

Hoy, no sé por qué, me acuerdo de Foxá. La efemérides podría invitarme a transcribir poemas como “La brigada del amanecer”, o “Aquel barco con nombre de isla”, o “Trincheras del frente de Madrid”. O incluso a recomendar vivamente (antes de que sea delito, todo llegará) la lectura de “Madrid de corte a checa”. Sin embargo, lo que al recuerdo que me viene es este magnífico poema, de lo mejor de su obra:

LOS PESCADOS MUERTOS

En las pescaderías hay olas despojadas,

y bajo las bombillas,

acuarelas de añil y barcas rojas.

Carne rosa, tendida sobre trozos de hielo,

¡Oh pescados, odiados por el aire!

porque nunca halló dóciles pulmones.

Salmón rosa, manchando con una sangre anémica

los helechos. ¡Oh anguila!

serpiente azul, sin pájaros.

¡Oh langosta guerrera!

con el yelmo calizo y el ojo sobre un tallo.

Rueda de las sardinas, como un duro de aceite.

Cangrejos de agua amarga.

¡Oh pálidos pescados!, que visteis los corales,

aletas que rozasteis las esponjas,

y esas ostras enfermas de perlas, que ambicionan

las más altas diademas.

¡Oh pescados, flotando sobre las minas de oro!

Se están vendiendo olas; se envuelven en periódicos

los ojos abultados que vieron los naufragios.

Hay carnes de tormenta en modestas cocinas,

y al salir la tostada luna entre los faroles

un ansia de marea mueve estos cuerpos muertos

que, a través de los cierres, escuchan a la lluvia

como rondalla última que les envía el mar.

1 comentario:

E. G-Máiquez dijo...

Gran poema. Muchas gracias. Y sí, recomienda "Madrid de corte a checa", que es espléndida.