¿Que quería usted ignorar las elecciones? Pues para se entere, ha sido usted nombrado vocal segundo de mesa. Preséntese a las 8.00 h. en el colegio electoral y pringue todo el día hasta las 20.00 h. punteando (con n) a los ciudadanos (aaagh) que ejercen su derecho al voto. Luego recuente usted, levante acta y llegue rendido a su casa a medianoche. Pero no se me queje por haberse perdido un precioso día de domingo junto a su familia, más bien alegrése de haber participado activamente en la fiesta de la democracia. ¡Qué horror!
Como picapleitos que es uno, lo primero que se le ha ocurrido es buscarle las vueltas a la Ley Orgánica del Régimen Electoral General y a su normativa de desarrollo y tratar de encontrar un resquicio para el escaqueo. Pero luego he pensado que, de tener éxito, le jorobaría el día de modo injustificado al pobre vocal primero suplente; y también que no está de más practicar la abnegación cuaresmal. Así que no por deber de ciudadano (aaagh), sino por tratar de poner en práctica el evangelio de hoy, he decidido que allá que voy, a disfrutar de la belleza de la fiesta etc.
Borges se referiría a la magnífica ironía de Dios, y d'Ors a una de esas bromas de la divina providencia. Uno, menos dotado para la literatura y más pecador que ambos, sólo puede recordar el refrán: ¿No quieres caldo?, pues toma tres tazas.
29 febrero 2008
26 febrero 2008
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