29 junio 2007
La eterna caballería
Al orgullo del frío indiferentes
e indiferentes al pensar juicioso
de los que no combaten, sólo saben
cargar de frente, y ésa es su victoria.
En Courtrai morirán. Crécy fangosa
será su tumba. Morirán hermosos
e inútiles, heridos desde lejos,
"Munjoie" gritando, de ebriedad confusos.
La noche es larga, y hombres en la noche,
que nunca han combatido, inventan armas.
Julio Martínez Mesanza (Europa)
28 junio 2007
Saludos desde El Líbano
Un oficial paracaidista ha escrito este correo a un foro de amigos al que me honro en pertenecer:
"Estimados amigos:
Perdonadme que no os haya contestado antes, pero como podréis entender circunstancias obligan. Ciertamente vivimos momentos de rabia y desolación por la pérdida de nuestros soldados, pero también vivimos momentos de estupor por la manipulación de los medios de comunicación afectos al régimen zapateril y con las lavadas de imagen y culipretadas de nuestros mandos militares: «que si tienes que poner esto en el informe, que no digas lo otro, que si yo dije que los inhibidores». Ahora me acuerdo de mi amigo LF, presente en este foro –y al que desde aquí mando un fuerte abrazo paracaidista–, que fue uno de los primeros en alertar sobre los peligros que corrían nuestros soldados en Afghanistan. Posteriormente, en una conversación con otro que fuera compañero mío en determinado puesto, me comentó que nuestros políticos no consideraban peligrosa la situación en el Líbano y, como no había dinero, no se iban a llevar inhibidores para los vehículos. Pero bueno eso es agua pasada. Nosotros, como siempre, vamos a donde haga falta y cuando haga falta, y con los medios que tenemos. Entrar en este debate estéril de si tenemos o no tenemos es un gilipollez. Lo que realmente jode es que ahora todo el mundo se lleve las manos a la cabeza hablando de si se podía haber evitado. Dios lo ha querido así, y no hay que darle más vueltas al asunto. Y todos sabemos lo que hay detrás de esta profesión. (Ahora vuelvo a recordar algo que recibí, estando ya aquí, que tan amablemente uno de vosotros puso en el foro, y que aludía al sentido heróico de la milicia).
En fin, de todo lo que he vivido durante estos días me quedo con lo que bien dijo un soldado nuestro ante las cámaras de la televisión de ZP.: «...al fin y al cabo llevamos fusiles en las manos y no margaritas». No conozco el origen de la conversación, pero eso me llenó de orgullo, unido a lo que psoteriormente adujo: «...finalizar la misión es el mejor homenaje a nuestros compañeros», o algo así. Pues eso es lo que hay. Y ya lo dijo ayer el Ministro: «me ha dejado sorprendido la entereza, la profesionalidad y la forma de trabajar de los paracaidistas», que aunque suene un poco a consuelo, es la realidad de nuestra gente. Es más, a diferencia de otras ocasiones con otras unidades españolas, nosotros hemos solicitado a España, que los muertos sean relevados y vengan otros paracaidistas a ocupar su puesto (aunque queden 20 días para acabar la propia misión). Al Ministro le ha sorprendido, pero nosotros somos así... y sabemos dónde estamos.
Ya conocéis de sobra lo que reza en nuestro ideario: «La vida se defiende luchando. La muerte es el mayor premio para el valiente y el mayor castigo para el cobarde» Y nuestros gritos dicen: ¡SOBRE NOSOTROS....DIOS!, ¡CON NOSOTROS... LA VICTORIA! ¡EN NOSOTROS...EL HONOR!. ¡TRIUNFAR...O MORIR!...¡CAÍDOS PARACAIDISTAS...CON NOSOTROS!. Por todo ello, el mejor homenaje que podemos darle a las nuestros es continuar con la misión y seguir para adelante, para seguir estando junto a ellos. La Segunda Bandera Paracaidista es la Unidad que más bajas ha tenido en la historia de la Brigada Paracaidista, desde Ifni hasta nuestros días (Ifni, Bosnia, Afganistan y ahora, Líbano.). Eso la llena de orgullo, pues es la que adquiere más gloria dentro de la misma.
Un abrazo paracaidista, para todo el foro y sobre todo los que llevais en el alma la Cruz de Cristo, pues creéis fimemente en Dios, y soy consciente de que, con toda la fuerza de vuestro corazón, estáis gritando: ¡CON NOSOTROS! Me despido, agradeciéndoos, una vez más, en nombre de «nuestros soldados», que no olvidéis son «vuestros soldados», las innumerables muestras de cariño, incluyéndoros un unos párrafos que alguien escribió hace mucho tiempo y que creo que viene al pelo, pues el que lo escribió sabía bastante de lo que hablaba:
«Nos habían dicho, al abandonar la tierra madre, que partíamos para defender los sagrados derechos de tantos ciudadanos allá lejos asentados, de tantos años de presencia y de tantos beneficios aportados a pueblos que necesitan nuestra ayuda y nuestra civilización.
Hemos podido comprobar que todo era verdad y, por que lo era, no vacilamos en derramar el tributo de nuestra sangre, en sacrificar nuestra juventud y nuestras esperanzas. No nos quejamos, pero, mientras estamos animados por este estado de espíritu, me dicen que en Roma se suceden conjuras y maquinaciones, que florece la traición y que muchos , cansados y conturbados, prestan complacientes oídos a las más bajas tentaciones de abandono vilipendiando así nuestra acción.
No puedo creer que todo esto sea verdad y, sin embargo las guerras recientes han demostrado hasta qué punto puede ser perniciosa tal situación y hasta dónde puede conducir.
Te lo ruego, tranquilízame lo más rápidamente posible y dime que nuestros ciudadanos nos comprenden, nos sostienen y nos protegen como nosotros protegemos la grandeza del Imperio. Si ha de ser de otro modo, si tenenmos que dejar vanamaente nuestros huesos calcinados por las sendas del desierto, entonces.... ¡CUIDADO CON LA IRA DE LAS LEGIONES!» (Marco Flavinius, Centurión de la 2ª Cohorte, de la Legión Augusta, a su primo Tertullus en Roma).
Un abrazo paracaidista a todos."
"Estimados amigos:
Perdonadme que no os haya contestado antes, pero como podréis entender circunstancias obligan. Ciertamente vivimos momentos de rabia y desolación por la pérdida de nuestros soldados, pero también vivimos momentos de estupor por la manipulación de los medios de comunicación afectos al régimen zapateril y con las lavadas de imagen y culipretadas de nuestros mandos militares: «que si tienes que poner esto en el informe, que no digas lo otro, que si yo dije que los inhibidores». Ahora me acuerdo de mi amigo LF, presente en este foro –y al que desde aquí mando un fuerte abrazo paracaidista–, que fue uno de los primeros en alertar sobre los peligros que corrían nuestros soldados en Afghanistan. Posteriormente, en una conversación con otro que fuera compañero mío en determinado puesto, me comentó que nuestros políticos no consideraban peligrosa la situación en el Líbano y, como no había dinero, no se iban a llevar inhibidores para los vehículos. Pero bueno eso es agua pasada. Nosotros, como siempre, vamos a donde haga falta y cuando haga falta, y con los medios que tenemos. Entrar en este debate estéril de si tenemos o no tenemos es un gilipollez. Lo que realmente jode es que ahora todo el mundo se lleve las manos a la cabeza hablando de si se podía haber evitado. Dios lo ha querido así, y no hay que darle más vueltas al asunto. Y todos sabemos lo que hay detrás de esta profesión. (Ahora vuelvo a recordar algo que recibí, estando ya aquí, que tan amablemente uno de vosotros puso en el foro, y que aludía al sentido heróico de la milicia).
En fin, de todo lo que he vivido durante estos días me quedo con lo que bien dijo un soldado nuestro ante las cámaras de la televisión de ZP.: «...al fin y al cabo llevamos fusiles en las manos y no margaritas». No conozco el origen de la conversación, pero eso me llenó de orgullo, unido a lo que psoteriormente adujo: «...finalizar la misión es el mejor homenaje a nuestros compañeros», o algo así. Pues eso es lo que hay. Y ya lo dijo ayer el Ministro: «me ha dejado sorprendido la entereza, la profesionalidad y la forma de trabajar de los paracaidistas», que aunque suene un poco a consuelo, es la realidad de nuestra gente. Es más, a diferencia de otras ocasiones con otras unidades españolas, nosotros hemos solicitado a España, que los muertos sean relevados y vengan otros paracaidistas a ocupar su puesto (aunque queden 20 días para acabar la propia misión). Al Ministro le ha sorprendido, pero nosotros somos así... y sabemos dónde estamos.
Ya conocéis de sobra lo que reza en nuestro ideario: «La vida se defiende luchando. La muerte es el mayor premio para el valiente y el mayor castigo para el cobarde» Y nuestros gritos dicen: ¡SOBRE NOSOTROS....DIOS!, ¡CON NOSOTROS... LA VICTORIA! ¡EN NOSOTROS...EL HONOR!. ¡TRIUNFAR...O MORIR!...¡CAÍDOS PARACAIDISTAS...CON NOSOTROS!. Por todo ello, el mejor homenaje que podemos darle a las nuestros es continuar con la misión y seguir para adelante, para seguir estando junto a ellos. La Segunda Bandera Paracaidista es la Unidad que más bajas ha tenido en la historia de la Brigada Paracaidista, desde Ifni hasta nuestros días (Ifni, Bosnia, Afganistan y ahora, Líbano.). Eso la llena de orgullo, pues es la que adquiere más gloria dentro de la misma.
Un abrazo paracaidista, para todo el foro y sobre todo los que llevais en el alma la Cruz de Cristo, pues creéis fimemente en Dios, y soy consciente de que, con toda la fuerza de vuestro corazón, estáis gritando: ¡CON NOSOTROS! Me despido, agradeciéndoos, una vez más, en nombre de «nuestros soldados», que no olvidéis son «vuestros soldados», las innumerables muestras de cariño, incluyéndoros un unos párrafos que alguien escribió hace mucho tiempo y que creo que viene al pelo, pues el que lo escribió sabía bastante de lo que hablaba:
«Nos habían dicho, al abandonar la tierra madre, que partíamos para defender los sagrados derechos de tantos ciudadanos allá lejos asentados, de tantos años de presencia y de tantos beneficios aportados a pueblos que necesitan nuestra ayuda y nuestra civilización.
Hemos podido comprobar que todo era verdad y, por que lo era, no vacilamos en derramar el tributo de nuestra sangre, en sacrificar nuestra juventud y nuestras esperanzas. No nos quejamos, pero, mientras estamos animados por este estado de espíritu, me dicen que en Roma se suceden conjuras y maquinaciones, que florece la traición y que muchos , cansados y conturbados, prestan complacientes oídos a las más bajas tentaciones de abandono vilipendiando así nuestra acción.
No puedo creer que todo esto sea verdad y, sin embargo las guerras recientes han demostrado hasta qué punto puede ser perniciosa tal situación y hasta dónde puede conducir.
Te lo ruego, tranquilízame lo más rápidamente posible y dime que nuestros ciudadanos nos comprenden, nos sostienen y nos protegen como nosotros protegemos la grandeza del Imperio. Si ha de ser de otro modo, si tenenmos que dejar vanamaente nuestros huesos calcinados por las sendas del desierto, entonces.... ¡CUIDADO CON LA IRA DE LAS LEGIONES!» (Marco Flavinius, Centurión de la 2ª Cohorte, de la Legión Augusta, a su primo Tertullus en Roma).
Un abrazo paracaidista a todos."
27 junio 2007
26 junio 2007
Lecturas estivales
Ya queda menos. En poco más de un mes llega el momento dulce del año. Sol, niños, piscina, niños, playa, niños, siesta, niños, misa, niños, algarabías, niños, paseos vespertinos y largas noches estrelladas. Todo eso, sí, pero también largas horas de paz para leer.
Estoy haciendo la preselección de lecturas estivales. De momento, esta compuesta por:
- Los Diarios de Leon Bloy
- Las Cartas de la prisión y de los campos, de Pável Florenski (gracias a César y a Julio)
- La Divina Comedia en versiones de González Ruiz y de Ángel Crespo (posología: un Canto al día, según sabia prescripción de Enrique)
- La Ilíada en la traducción de Segalá, y con el ejemplar de 3º de BUP que aún conservo, bastante castigado.
- The letters of J.R.R. Tolkien, recientemente publicadas (como El hábito de ser de Flannery, admite también posología de una o varias al día)
- A severe mercy, de Sheldon Vanauken (de donde está extraído el Encuentro con la luz que transcribí en su día)
- Lo que Europa debe al cristianismo, de Dalmacio Negro
- La Historia de España de Menéndez Pelayo (es una recopilación llevada a cabo en su día por Jorge Vigón, que ha rescatado el combativo Antonio Arcones, para su Ciudadela)
- La propia Ciudadela de Saint-Exupéry
- La Historia de las ideas contemporáneas de Mariano Fazio (regalo de Verónica)
- Las Confesiones de San Agustín
- Juan Sebastián Bach, los días, las ideas y los libros de Ramón Andrés (sugerencia de Juan Manuel Macías)
- Y poesía, mucha poesía
Sé que es una lista desmesurada, pero también feliz. Seguramente haya altas, y no descarto alguna que otra baja.
Estoy haciendo la preselección de lecturas estivales. De momento, esta compuesta por:
- Los Diarios de Leon Bloy
- Las Cartas de la prisión y de los campos, de Pável Florenski (gracias a César y a Julio)
- La Divina Comedia en versiones de González Ruiz y de Ángel Crespo (posología: un Canto al día, según sabia prescripción de Enrique)
- La Ilíada en la traducción de Segalá, y con el ejemplar de 3º de BUP que aún conservo, bastante castigado.
- The letters of J.R.R. Tolkien, recientemente publicadas (como El hábito de ser de Flannery, admite también posología de una o varias al día)
- A severe mercy, de Sheldon Vanauken (de donde está extraído el Encuentro con la luz que transcribí en su día)
- Lo que Europa debe al cristianismo, de Dalmacio Negro
- La Historia de España de Menéndez Pelayo (es una recopilación llevada a cabo en su día por Jorge Vigón, que ha rescatado el combativo Antonio Arcones, para su Ciudadela)
- La propia Ciudadela de Saint-Exupéry
- La Historia de las ideas contemporáneas de Mariano Fazio (regalo de Verónica)
- Las Confesiones de San Agustín
- Juan Sebastián Bach, los días, las ideas y los libros de Ramón Andrés (sugerencia de Juan Manuel Macías)
- Y poesía, mucha poesía
Sé que es una lista desmesurada, pero también feliz. Seguramente haya altas, y no descarto alguna que otra baja.
25 junio 2007
Ley del libro
Otra ley más. ¡Una ley de la lectura y del libro! Dentro de poco sacarán una ley regulando la audición de música o el amor, y si no, al tiempo.
Semejante vorágine regulatoria me provoca indignación, hastío y repugnancia, y me invita al anarquismo.
Al anarquismo católico y conservador, eso sí.
Semejante vorágine regulatoria me provoca indignación, hastío y repugnancia, y me invita al anarquismo.
Al anarquismo católico y conservador, eso sí.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)