«La señal de Dios es su humildad. La señal de Dios es que Él se hace pequeño; se convierte en niño; se deja tocar y pide nuestro amor» (B XVI, Misa de Nochebuena 2009)
Lo ha hecho Alfonsito en la clase de trabajo manual, con la ayuda de su madre. Cuando les he preguntado por qué me han sacado sin sonrisa me dicen que la tenía pero que se cayó al barnizarlo.