01 febrero 2007

Toses

No puedo soportar las toses en los conciertos. Ayer, el Cuarteto Hagen tocaba un idem de Haydn, cinco fugas del clave bien temperado del gran Bach, arregladas para cuarteto por Mozart, y nada menos que el cuarteto op. 127 de Beethoven. El lirismo, el recogimiento, la emoción, y la gratitud se veían truncadas cada instante por carraspeos, toses estentóreas y todo tipo de ruidos de bípedos implumes. No puedo con ello. Carmen piensa que me paso, pero me reafirmo: es impresentable.

Y con el cabreo viene la extrapolación: es un signo de los tiempos, reflejo de nuestra sociedad actual. El 100% de los carraspeos y el 90% de las toses, pueden evitarse. Y los estornudos pueden mitigarse hasta hacerse casi imperceptibles. El problema es, una vez más, la falta de fuerza de voluntad, la autoindulgencia y la falta de respeto a los demás. ¿Que me apetece carraspear? pues carraspeo y que arda Troya, y si a los demás les pica, que se rasquen. Hago en cada momento lo que quiero, con independencia de que eso coincida o no con lo que debo. Esto nos pasa especialmente a los españoles: no hace mucho, Thomas Quasthoff nos echó una bronca después de cantar La bella molinera en el Auditorio Nacional, de órdago. No le faltaba razón.

Por cierto, la gravedad del crimen es aún mayor si se tiene cuenta que el número de víctimas se multipliará en breve: el concierto fue grabado para Radio 2 y se retransmitirá el 24 de marzo a las 12.00. Dicho lo cual, si las toses no se oyen o sois más tolerantes que yo, os recomiendo su audición: los Hagen, enormes.

2 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Mi total solidaridad.
Yo no puedo evitar lanzar miradas asesinas en esos casos.
En España no sabemos guardar silencio.

Anónimo dijo...

Lo siento, pero no estoy del todo de acuerdo. Hay gente que, si está callada tanto rato, no puede evitar el carraspear o el toser. Y ahora en invierno con las calefacciones, es casi inevitable algunas veces. Lo de hablar, sería otro cantar. Por no decir de los móviles, que deberían sancionarlos.

De modo que me pareces un poco talibán; estoy con Carmen. A ti bien se te puede decir que no hay quien te tosa...

A pesar de lo cual, diré al resto de los lectores de este blogg, que, en el fondo, eres buena persona.

Saludos cordiales.