04 diciembre 2008

La cúpula (II)

Si reclamasen una indemnización a Barceló, tendría clara la línea argumental de su defensa. Le diría que dijera más o menos esto:

"Cuando se me encargó la obra de arte que he realizado no se me exigió que fuese duradera, así que no hay incumplimiento alguno por mi parte. Sí, ya sé que la cúpula se cae a trozos, pero es porque la he creado así. Expreso con ello la fragilidad de la condición humana. Una obra que perdure es una obscenidad denotativa de la megalomanía de su autor, que quiere perpetuarse a través de generaciones, buscar la inmortalidad. Eso no va conmigo. Eso es fascismo. Resulta altamente ofensivo que se cuestione mi concepción efímera de lo artístico. La exigencia de durabilidad hubiera sido lisa y llanamente una censura inaceptable. Me reservo el derecho de reclamar una indemnización por daños morales ante tanto acoso. Si no lo entendéis, no es mi problema. Os falta sensibilidad"

Al fin y al cabo, qué son 20 millones ante tanto arte.

03 diciembre 2008

112.138

Es el número oficial de abortos en España en 2007, según las frías estadísticas que acaban de aparecer. Sin restar un ápice de gravedad al resto, dos datos resultan especialmente escalofriantes: por una parte, 500 de las mujeres que abortaron tenían menos de 15 años; por otra, más de 600 mujeres abortaron por sexta vez.

Pobres niños, pobres madres. Miserere nobis.

20 noviembre 2008

¡Bravo por Lourdes!



"El drama del aborto ha crecido con gobiernos de uno u otro signo", dice. Los bancos vacíos del PSOE y del PP quizá se deban a que no pueden aguantar su complicidad en este crimen.

Allí sí,

aquí no. Una de tantas diferencias.

19 noviembre 2008

La cúpula

¿Pensará Barceló lo que Picasso? La cita es cortesía de Cerero vía Beades:

“Dado que ya el arte no es el alimento que nutre a los mejores, el artista puede ejercitar su talento en todos los intentos de nuevas fórmulas, en todos los caprichos de la fantasía, en todos los recursos del charlatanismo intelectual. En el arte, el pueblo ya no busca consuelo ni exaltación, pero los “refinados”, los ricos, los ociosos, los destiladores de quintaesencia buscan lo nuevo, lo extraño, lo original, lo extravagante, lo escandaloso. Y yo mismo, desde el cubismo y más allá,he contentado a esos maestros y a esos críticos con todas las rarezas cambiantes que se me pasaron por la mente, y cuanto menos las entendían, más las admiraban. Y divirtiéndome con todos esos juegos, con todas esas patrañas, he conseguido la celebridad y muy rápidamente. Y la celebridad para un pintor significa ventas, ganancias, fortuna y riqueza. Y hoy, como usted sabe, soy célebre, soy rico. Pero a solas conmigo mismo, no tengo el valor de considerarme como artista en el sentido grande y antiguo de la palabra. Fueron grandes pintores Giotto, Tiziano, Rembrandt y Goya; yo sólo soy un “amuseur” público que ha entendido su época, y ha agotado en cuanto ha podido la imbecilidad, la vanidad y la codicia de sus contemporáneos. Amarga confesión la mía, más dolorosa de lo que pueda parecer, pero con el mérito de ser sincera”.

[Fuente dada por Cerero: Carta de Picasso a Giovanni Pappini, posteriormente publicada en la revista “Poitiers-Université” nº 120, abril de 1978]

11 noviembre 2008

El Pilar en la Recoleta, a modo de resumen

Mención especial en mi periplo merece la misa a la que asistimos Carmen y yo el 12 de octubre, en la Iglesia del Pilar, en el bonaerense barrio de La Recoleta. El día de la Hispanidad (que no de la raza, hay que releer a Maeztu), con la iglesia a reventar, el sacerdote comenzó recordando lo que se conmemora este día. Cómo la Virgen, todavía en vida terrena, se apareció por primera vez al apóstol Santiago, en la Madre Patria España, para reconfortarle en su misión de llevar la fe en su Hijo hasta el finis terrae. Cómo ésta fue la primera aparición de María, y cómo en España el amor a la Madre del Señor ha sido desde entonces signo de identidad –tierra de María, que diría (San) Juan Pablo II. Cómo gracias a España llegó la fe a la Argentina y a toda América, lo más grande que puede uno recibir, y cómo teníamos (tenían los feligreses argentinos, quiero decir), que tener esto siempre presente, que agradecer ese regalo y que pedir por que aquí (allí, en Argentina) y también allí (aquí en España), esa fe se conservase y se acrecentase. Excuso deciros cómo estábamos Carmen y yo, levitando, con el nudo en la garganta.

En esta misma línea, las continuas referencias a España que oí en Quito. O, ripios aparte, el himno de la sufriente Santa Cruz de la Sierra, que cantan a una con emoción:

La España grandiosa
Con hado benigno
aquí plantó el signo
de la redención.

Y surgió a su sombra
un pueblo eminente
de límpida frente
de leal corazón.

Al margen de amarguras, preocupaciones, disfrutes y admiraciones, lo que más me ha llamado la atención de mi viajes por Sudamérica es lo presente que están España y lo español en tantos países y en tantos millones de personas. En un mismo año, en pocos meses, he estado en Venezuela, Méjico, El Ecuador, Bolivia y La Argentina. Al margen de la interesada leyenda negra y de los políticos que tienen, en toda Hispanoamérica se nos tiene como referente y, de una forma más o menos explícita, se reclama nuestra paternidad, nuestra guía. Sé que puede sonar fatal y que es políticamente incorrecto, pero es así. Ven nuestra liga, leen nuestros libros (a Almudena Grandes o a Javier Marías, ya podían leer a Trapiello), oyen a nuestros cantantes, aplauden a nuestros toreros. Y lo que es más difícil de creer, tienen interés por nuestra política y se toman en serio la última ocurrencia de cualquiera de nuestros catedráticos. Ya digo, nos guste o no (que a mí me gusta), nos tienen como modelo.

Y , con profunda amargura, he de decir que nosotros les hemos fallado lamentablemente . En vez de darles ejemplo, estamos exportándoles toda nuestra porquería: aborto, homosexualidad, divorcio, ideología de género, resentimiento, cainismo acérrimo, etc. La madre se ha convertido en ramera. Allí, en la mayoría de los sitios, la religión, la patria y la familia son intocables. Y nosotros aquí con estos políticos impresentables, atacando a las tres instituciones (PSOE) o, siendo benévolos, desentendiéndose de ellas (PP).

Qué asco y qué responsabilidad. Para pedirles perdón, no por nuestro pasado como pretenden algunos sino, precisamente, por nuestro presente.

10 noviembre 2008

Iguazú

De Buenos Aires, dimos un salto a Iguazú con Pedro y Marina. Puede verse perfectamente en un trasnochón. Se llega allí a mediodía y se visita el lado brasileño y, al día siguiente por la mañana, se hace el lado argentino y se regresa por la tarde a Bs. As.

Había bastante agua. Aquello es de una grandiosidad espectacular, naturaleza en todo su esplendor. Cuando contemplo parajes de este estilo, siempre dedico un recuerdo a Dios padre, por hacer tanta belleza. El orden del mundo es, para mí, el argumento racional que más convence acerca de la existencia de Dios, aunque de poco sirve creer sólo en un Dios creador. Lo que importa es saber qué tiene ese Dios que ver con mi vida, y eso no lo da la razón. El Dios personal, el que salva, el que acompaña y al que se puede rezar, el que verdaderamente importa, ése sólo se conoce por la fe. Que es en definitiva un encuentro, una respuesta a una llamada. Pero a lo que iba, después del recuerdo agradecido al Hacedor, la mayoría de las veces me quedo más bien frío ante paisajes deslumbrantes. Eso me pasó en la parte brasileña, oficialmente la más bonita. Un torrente espectacular, un ruido de agua tremendo, y un cale hasta los huesos. Media horita de hala, qué bonito, y poco más.

Sin embargo, al día siguiente, la parte argentina, mucho más extensa, sí que resultó emotiva. Primeramente porque, al ser más larga, tiene uno tiempo para pasear y ver la flora y la fauna locales (plantas de todas las formas y especies, pájaros, reptiles, gusanos de Indiana Jones, todo a lo bestia). Además, las cataratas van apareciendo y desapareciendo entre la frondosidad de la selva y uno puede contemplar diversas perspectivas. Pero lo que verdaderamente resulta emocionante, con el tiempo y el paseo, es recordar a Alvar Núñez Cabeza de Vaca, y pensar cómo es posible que llegase aquí “a pelo”, sin aviones, sin carreteras ni coches, sin medicinas. Cómo salieron de España en una cáscara de nuez (no hay más que ver la réplica de la Santa María en el puerto de… vaya, ahora no recuerdo dónde), cómo trajeron la fe a tierra desconocida y cómo, a golpe de machete, dominaron la selva y se encontraron con esta fuerza de la naturaleza, menos meritoria que su hazaña. Decididamente eran de otra pasta.

Al Hacedor el agüita ésta le quedó mona, pero nada como Adán y familia.

09 noviembre 2008

Buenos Aires

Nunca antes había estado en Buenos Aires. Desde mis tiempos de hipnosis borgiana, en mis early twenties, siempre había querido ir allí. Un wagneriano decía que a Bayreuth se puede llegar en coche o en tren, pero que lo suyo es ir de rodillas. Yo sentía algo similar por la ciudad de Borges. Quería estar en Charcas y Maipú, probar un alfajor santafecino para juzgarlo interesante, como Carlos Argentino Daneri, o pasear por Palermo entre malevos y lunfardo. Soñaba con encontrar en una recóndita librería de viejo un ejemplar de Inquisiciones, del que tenía en casa una fotocopia (luego, ya muerto Borges, Kodama lo ha reeditado y ha perdido gracia), o con releer, una vez más pero esta vez allí, párrafos y versos que forman parte de mi vida.

Sin embargo, llevo ya muchos años menos deslumbrado (o ya desintoxicado, si queréis) por el genio de Borges. Hace tiempo que concedo que no necesariamente es el mejor escritor que ha habido, y que Homero, Cervantes, Quevedo, Chesterton, Ginzburg o Trapiello tampoco están mal. Así que ahora que, con ocasión del congreso de la International Bar Association, he estado en su ciudad, cuarentón y burgués, no he hecho nada de lo que en un tiempo soñaba. Pero he disfrutado enormemente.

Llegué desde Santa Cruz y me encontré allí con Carmen, que venía desde Madrid con Pedro y Marina, y con dos compañeros más de despacho. Todo muy cosmopolita. Buenos Aires es una ciudad preciosa (e insegura). Aunque más monumental, tiene partes que recuerdan mucho a Madrid, y otras al mejor París. Las anchuras y las alturas son impresionantes, y la gente encantadora. Fui al Jockey Club, que tiene correspondencia con la Gran Peña de Madrid, una maravilla. El mozo que me enseñó las instalaciones no dudó en enseñarme también el salón de esgrima, por si tenía tiempo y quería tirar un poco. Tuvimos también un cóctel en el Círculo Militar, deslumbrante. Conocimos las embajadas española y portuguesa, en el barrio Parque. También Palermo Hollywood, Palermo Soho, Puerto Madero, todo diseño y glamour. Y finalmente Boca y San Telmo, argentinismo auténtico. Todo ello con el Hotel Alvear como puesto de mando. En fin, una gozada.

Santa Cruz de la Sierra, Bolivia

Espoleado por Enrique, os diré que este prolongado silencio no tiene especial excusa. Trabajo, sí, ha habido, pero tampoco ha faltado tiempo para algunas líneas. Ahora estoy en un avión, dirigiéndome a mi anual congreso de arbitraje en Miami, y me he acordado en de mi anterior viaje a Ecuador, Bolivia y Argentina. Os sigo contando.

Después de Quito fuimos, en nuestro particular road show, a Santa Cruz (Bolivia), la provincia díscola con este aparente pobre hombre y en realidad peligroso personaje que es Evo Morales. Allí nadie estaba especialmente interesado en el tema de nuestras conferencias. El taxista que nos llevó al hotel, los empleados del mismo, los camareros y, desde luego, todos los asistentes al evento en que participé, sólo tenían una preocupación: saber qué información y qué opinión tenía la opinión pública internacional sobre sus problemas, sobre “lo que está pasando aquí”. Bolivia está partida en dos por una imaginaria línea vertical: el altiplano, indigenista con el gobierno de La Paz (“descansó en La Paz, Bolivia, del Señor”, que diría Foxá) al oeste, y la parte baja, con Santa Cruz como centro económico, Pando, y otras provincias, al este. Evo envía masas de indígenas a presionar a las puertas de esas ciudades para someterlas a su dictadura indigenista. Y los santacruceños estaban casi llamando a las armas para resistir. Ahora parece que la situación está más calmada, pero entonces creíamos que nos cerraban el aeropuerto.

Así las cosas, comprenderéis que a nadie le interesaba el arbitraje de inversión o si procedía o no la denuncia del Tratado de Washington. Evo, terrible. No he podido contrastarlo en los textos, pero según me contaban los de allí, su nuevo programa político pasa por quitar a los padres la patria potestad de los hijos a los doce años, para dársela al Estado; o por llenar cualquier habitación vacía de cada casa particular con un indígena sin techo, aboliendo la propiedad privada de facto.

Hay veintitantas razas autónomas, con veintitantas lenguas oficiales, todas ellas sometidas a discriminación positiva: preferencia para la ocupación de cargos en la Administración y para la recepción de ayudas públicas. Por supuesto, todo lo que huela a colonizadores, religión católica incluida, es rechazado acríticamente. Y lo mejor es que se ha hecho del indigenismo algo parecido a la ideología de género: como el sexo, el indigenismo es ahora en Bolivia una opción. Cada uno puede “sentirse” quechua, aymara o guaraní y, cómo no, pasar a serlo mediante la oportuna inscripción. Entonces, se puede beneficiar de todas esas prebendas. Obviamente, previa negación de su pasado y su de tradición, y sometiéndose a los dictados este sátrapa que cuenta, cómo no, con la ayuda del gorila Chávez y, cuando menos, con el beneplácito de nuestro gobierno.

Me pasó algo parecido en mi anterior viaje a Caracas, aunque aquí la situación es aún más preocupante. De un lado, lo que hay ahora es deplorable, un mix de marxismo y astracanada. Pero de otro, estos lodos han sido traídos por los polvos de una clase política corrupta hasta el tuétano, que no ha sido capaz de hacer nada por una población inmersa en la pobreza e hipnotizada por la televisión.

Comprenderéis que no me fuera de allí muy contento, y que no me apeteciera mucho escribir.

15 octubre 2008

El Código Fesser

Caminos de concordia es un excelente artículo de Juan Manuel Mora, Vicerrector de Comunicación de la Universidad de Navarra. No os lo perdáis.

11 octubre 2008

Lo de Quito


Por una serie carambolas providenciales, me encuentro en las Españas de ultramar, conferenciando sobre arbitraje. Ducunt volentem fata, nolentem trahunt. El lunes y el martes estuve en Quito, de ahí salté a Santa Cruz de la Sierra, la provincia boliviana díscola con esa lumbrera que es Evo Morales, y ahora acabo de llegar a Buenos Aires, donde Carmen llega esta noche y estaremos D.m. una semana, con salto a Iguazú incluido.

Empiezo por lo de Quito. Quito, la bellísima Quito, puritito síndrome de Stendhal. Los nombres de las calles, emocionantes: Isabel la Católica, Francisco de Orellana, Avenida del 12 de Octubre, Madrid, La Coruña, Toledo, Andalucía. Y el casco antiguo, maravilloso, inefable. La Catedral, la Iglesia del Rosario, el Convento de San Francisco, la Basílica, con la estatua conmemorativa de la visita de (San) Juan Pablo II, la Virgen del panecillo, la calle de las siete cruces, el palacio arzobispal, la Iglesia del Sagrario. Y cómo no, la Iglesia de la Compañía (la de la foto), con fachada de Churriguera y un barroco interior impresionante. Allí yacen los restos de Santa Mariana de Jesús, la primera ídem ecuatoriana, con gran devoción en la ciudad. Paseando por sus calles, gente aislada del tiempo: carmelitas, franciscanos, indígenas, y pánfilos boquiabiertos como el que suscribe. No en vano es Patrimonio de la Humanidad, y yo sin tener ni idea de lo que me iba a encontrar.

La primera sensación que tuve fue una emoción intensísima, un legítimo orgullo de ser español. Ciertamente, en los tiempos actuales no tiene uno muchas oportunidades de tener una experiencia así, sino más bien su contraria. Haber llegado hasta allí, haber construido aquello y, sobre todo, haber llevado la fe católica a esas tierras, es algo objetivamente grande. Defectos los habrá habido, pero esto es grande, muy grande. Luego tuve otras sensaciones, que ya os contaré.

Y finalmente me pregunté como el viejete aquél del anuncio magistral de hace ya algunos años: “¿y ZP qué opina de esto?” Me temo que se le atragantará. ¿Y Mariano?, pues que vaya coñazo, supongo.

02 octubre 2008

80 aniversario

Siempre he pensado que la mejor respuesta de un católico a los palos, calumnias y persecuciones es no entrar al trapo. A lo sumo dar una única respuesta, serena y contundente, y poco más. Después permanecer en silencio y oración, sin visceralidad. Personalmente he tratado de actuar así (con desigual suerte) cuando los palos nos caen a nosotros, los miembros de la Legión de Cristo y del Regnum Christi.

Hoy se celebra el 80 aniversario del Opus Dei. Y el Señor, en su misteriosa providencia, ha querido que la efemérides coincida con la exhibición de otra película soez e impúdica, infame y resentida, que tergiversa la realidad y se ensaña con la institución sin pudor alguno, desde la mentira más zafia. Obviamente tampoco he visto esta película ni la veré, pero el otro día en el cine tuve que tragarme un trailer y fue auténticamente vomitivo. La imitación de Cristo lleva cruz, y el Señor muchas veces premia con ella a quienes le son más fieles. Estoy seguro de que la respuesta de la Obra será una vez más ejemplar y de que, también una vez más, lograrán transformar el limón en limonada.

Ante esta doble circunstancia yo quiero hoy, en primer lugar, felicitar de todo corazón a todos mis amigos de la Obra: a D. Juan Enrique, mi párroco de San Josemaría de Aravaca y a D. Raimundo, su vicario; a Arp, a E., a V., a Ignacio e Inma, a Conrado, a Jacobo y a tantos otros. A todos les encomiendo hoy muy especialmente, y pido a sus ángeles custodios que les protejan.

Y ya en segundo lugar, volviendo al tema de la peliculita y desde la libertad que me da el no ser directamente agraviado por ella (aunque sí indirectamente en comunión), quería decirle al Fesser ése que verdaderamente es un valiente. Como cuando Amenábar salió del armario. Qué dos ejemplos de coraje, de nadar contra corriente, de exponerse al arrinconamiento por parte de los poderes públicos, de hacer que la verdad resplandezca y de sacrificarlo todo por ser ellos mismos. Aun sabedores de la incomprensión de que iban a ser objeto no han dudado ni un momento en inmolarse, porque su conciencia está por encima de todo, incluso de su bolsillo. Qué ejemplos ambos más imperecederos.

Por cierto, Fesser, ya puestos, a ver si te sacas un par de guiones más. El primero podría ser sobre una familia islamista con las mujeres ninguneadas y escondidas bajo velos y los hombres queriendo reconquistar Al-Andalus y llamando a la yihad. Te saldría chupi lerendi y además esta vez ni tan siquiera tendrías que mentir: primero te entrevistas con la familia y luego te ciscas un poquito en ellos y en su religión, a ver si te responden con una carta tan educada como la de Alfredo, el hermando de Alexia. Y si la subvención del Ministerio de Cultura no te da para combinar la mamandurria y ese viaje algo largo, no te preocupes que no te tienes que ir tan lejos: te quedas en Madrid y, cámara al hombro, el día del orgullo gay te vas a Chueca a explicar a los monofloritas que eso que hacen no está bien y que les hace daño; que el matrimonio homosexual es una aberración y que no tienen derecho alguno a adoptar niños porque eso supone quebrantar el verdadero derecho de los niños a tener un padre y una madre. Te coges al grupo más Village People que te encuentres, se lo explicas con sosiego y esperas a ver qué les parece, valiente, que eres un valiente.

Yo a cambio te prometo, esta vez sí, ir a ver cualquiera de esas dos nuevas películas.

27 septiembre 2008

Life, faith and family



Ma-ra-vi-llo-so vídeo para orientar el voto católico en las elecciones useñas. Disfrutadlo.

Y la gran pregunta ¿el PP responde mejor que el PSOE a los criterios de voto que en él se recomiendan? Supongo que muchos diréis que sí, pero la diferencia me parece muy pequeña. Demasiado.

26 septiembre 2008

¡Viva la independencia judicial!

Definitivamente este hombre va de mal en peor. Ni ZP, ni la Trujillo ni la de ahora, que no me acuerdo de cómo se llama, han hecho alguna vez una declaración tan nociva y desafortunada. Alfonso Guerra dirá que ya decía él que Montesquieu había muerto.

Mariano, háztelo mirar.

25 septiembre 2008

Caray con Stove

Es autor de una monografía interesante, The last days of Europe, y dedica unos cuantos párrafos a este trozo de planeta por donde yace errante la sombra de Caín llamado España. Aquí.

24 septiembre 2008

El mayor de los crímenes

Ante la mayor barbarie de nuestra época no podemos permanecer pasivos. Todos podemos hacer algo. Por ejemplo leer a Enrique, oír a Nathanson (supra) y saltar la alambrada con Abu Saif al-Andalusi. Y divulgarlos.