28 mayo 2007

Estamos en guerra

Es lo que nos recuerda el gran Peter Kreeft en How to win the culture war, libro de cuya existencia me entero gracias a las alertas de Amazon, que me tiene fichadísimo. Aquí tenéis sus primeras páginas.

Kreeft tiene el don de la claridad y sabe ponerlo al servicio de su fe. En escasas 120 páginas, con pasmosa sencillez y combativo humor, nos sacude de nuestro letargo, nos recuerda que estamos en guerra y nos da las claves para ganarla. Como él mismo señala, para ganar una guerra, cualquier guerra, las nueve cosas esenciales que uno tiene que saber son:

1. Que está en guerra
2. Quién es su enemigo
3. Qué tipo de guerra es
4. Cuál es el principio básico de ese tipo de guerra
5. Cúal es la estrategia del enemigo (del Enemigo, en este caso)
6. Dónde está el principal campo de batalla
7. Qué arma derrotará al enemigo
8. Cómo adquirir semejante arma
9. Por qué se va a ganar la guerra

Kreeft considera y responde a todas esas cuestiones con acierto. El único pero que puede ponérsele es, quizás, un excesivo localismo USA en su narración, pero lo que dice es fácilmente extrapolable a cualquier nación.

Por cierto, Peter Kreeft tiene una página web con parte de su producción. Y ¡tantatachaán! podéis bajaros la conferencia que dio lugar a este libro, aquí.

7 comentarios:

Saki dijo...

Me parece mas interesante el pensamiento de Joseph S. O'Leary en su BLOG The Spirit of Vatican II

http://josephsoleary.typepad.com/my_weblog/religious_pluralism_and_christian_truth/index.html

Saki dijo...

http://josephsoleary.typepad.com/my_weblog/culture_and_church_today/index.html

Ahi va entero.

Saki dijo...

http://josephsoleary.typepad.com/my_weblog/culture_and_church_today/index.html

Saki dijo...

http://josephsoleary.typepad.com/my_weblog/
culture_and_church_today/index.html

Ángel Ruiz dijo...

Yo lo oí hace tiempo y me gustó mucho: profundo y divertido. Y es yanqui.

Anónimo dijo...

En español, no..., ¿no? Imaginaba.

Ángel Ruiz dijo...

Bueno, no es por presumir, pero en inglés. Lo entendí, así que no debía de ser tan difícil.